Transporte, dumping social
Ryanair y el dumping social
Ryanair cerró el martes su única base de operaciones en Francia (Marsella) tras haber sido imputada por haber declarado en Irlanda a trabajadores que tenían su base en Francia. Un hecho que da para reflexionar sobre los estragos del dumping social en el sector del transporte.
La compañía aérea irlandesa – conocida por sus constantes desafueros – ha cerrado ayer su única base de operaciones en Francia (en el aeropuerto de Marsella). La low-cost ha reaccionado así por despecho tras haber sido imputada el lunes 10 de enero de 2011 por la fiscalía de Aix-en-Provence por “trabajo disimulado”, entre otras cosas.
Dumping social
En efecto, la low-cost está acusada de haber declarado en Irlanda a 120 de sus empleados que trabajaban en… Marsella. Ryanair se escuda en la directiva europea de 2006 relativa a los servicios en el mercado interior – que aboga por “la libre circulación de servicios” (artículo 5) – e impugna al mismo tiempo un decreto de ley francés del 21 de noviembre de 2006 que, precisamente, somete a tripulaciones de compañías aéreas extranjeras instaladas en Francia a las leyes francesas y no a las leyes de su país de origen (como lo permite indirectamente la directiva europea). Pero Ryanair no lo entendió de esta manera y considera que, dado que sus tripulaciones trabajan en aviones matriculados en Irlanda, están sujetos a leyes laborales y sociales de este país, por lo tanto, pagan sus impuestos y cotizaciones sociales allí, a pesar de tener su base en Francia. Ryanair goza del apoyo de la ciudad de Marsella a través de su cámara de comercio que sostiene que la low-cost no practica el dumping social : “para nosotros, Ryanair es una compañía eficaz que nos ha permitido atraer a más de dos millones de turistas aquí, en el territorio de Marsella-Provenza”, declaró Jacques Pfister, el presidente de la Cámara de Comercio de Marsella, al diario francés Le Figaro. Ryanair era el segundo transportista de la terminal low-cost de Marsella con cerca de 1.5 millones de pasajeros registrados en 2009, detrás de Air France.
Directiva ignominiosa
Cierto es que, con la decisión de este cierre, son también 200 empleos que se pierden en Marsella. Pero ¿con qué condiciones laborales? Sólo falta echar un vistazo a lo que dicen los propios empleados de Ryanair (con un reportaje televisivo demoledor para la aerolínea) para hacerse una idea… Ryanair no es sino el ejemplo más caricaturesco de una directiva europea que, indirectamente, aboga por el dumping social siendo una transposición oculta de la ignominiosa directiva “Bolkestein”… Bautizada con el nombre de su creador – Frits Bolkestein, diputado ultra liberal holandés – la directiva permitía en su versión original que una empresa ejerciera su actividad comercial en un país mientras seguía aplicando el derecho laboral y social de su país de origen. Con este maravilloso invento, en 2004, se destapaba en Paris un caso bochornoso de explotación laboral. A través de una subcontrata turca, la constructora francesa Bouygue empleaba a obreros turcos 12 horas diarias y seis días a la semana, sin contrato de trabajo ni nóminas y pagados entre 100 y 200 euros mensuales. Y para más inri, estaban alojados en campings de las afueras de Paris en condiciones de higiene y seguridad deplorables.
Tras una fuerte protesta ciudadana encabezada por la Confederación Europea de Sindicatos en febrero de 2006, este escandaloso principio del país de origen desaparecía “aparentemente” del texto de la directiva y el servicio de transporte quedaba “excluido del ámbito de la directiva” en la nueva versión… El reglamento europeo del 17 de junio de 2008 sobre “leyes aplicables a las obligaciones contractuales” lo reintrodujo discretamente… El artículo 5 relativo a los contratos de transporte estipula que “las partes podrán elegir como ley aplicable la del país donde el pasajero o el transportista tengan su residencia habitual, la del país donde el transportista tenga el lugar de su administración central, o la del país donde se encuentre el lugar de origen o el de destino.”
No nos sorprendería que el señor O’Leary, presidente de Ryanair, ya estuviera pensando establecer su sede social en Sierra Leona…