La ciudad de GRANADA desde el Sacromonte. Andalucia. España

Hay que saber perderse en el Albayzín, adivinar el sentido de su laberinto y los cauces de su emoción. Es el escenario ideal para no sentirse un turista cualquiera, como no lo fue Juan Ramón Jiménez cuando fue invitado a visitar Granada por Lorca y Falla. Estos cinco hoteles, ubicados en cármenes y casas moriscas, lo ponen muy fácil.

(c) Miguel Mañueco

La iglesia de El Salvador iluminada en el alto Albayzin. GRANADA

“Luego iremos todos los otoños a Granada a morirnos un poco, cada año, de esa vida verdadera, profunda, terrible, del sentimiento prisionero entre torres sin guarda, acompañada de montañas indecibles”. Intenso el tono poético con que Juan Ramón Jiménez se dirige en una carta a Isabel García Lorca, esa “niña Isabelita” que tanto le había encandilado cuando en 1924 visitó Granada invitado por su hermano Federico y por Manuel de Falla. Aquel viaje, que supuso el encuentro verdadero del poeta onubense con la ciudad sería descubrimiento, afán, embeleso y un buen apretón a su filosofía de vida. El embrujo del Albayzín, su retorcimiento ascendente de callejuelas y de pensares, sus mitos y cuentos de seres y avatares, se filtrarían en palabras armónicas y repletas en un libro titulado Olvidos de Granada, en el que Juan Ramón deja constancia de la emoción presentida, desvelada y gozada.

Todos los viajes deberían ser así, cargados de sentires y pequeñas poéticas catarsis. Aún hoy, en esta Granada rebosada de turistas, que en su incesante y rápido transcurrir le dan aire de escaparate a tanta belleza histórica y sincera, cabe sustraerse y embeberse.

Carrera del Darro. Barrio del Albayzin. GRANADA

Mucha es la vibración armónica y profunda que contiene la Alhambra, por encima y por debajo del ruido de su popularidad. Muchas las entrañas íntimas y gustosas del Albayzín.Que la estancia en la ciudad adquiera estas dimensiones es prioridad del hotel El Ladrón de Agua, sito en un palacio del siglo XVI de la misma orilla del Darro. Al pequeño río se asoman las habitaciones con nombres que recuerdan aquella visita de Juan Ramón Jiménez “convencido cada noche por la antigua medialuna granadí”.

Las alusiones y frases del poeta están en el nombre y en la decoración del establecimiento, que desgrana su espacio en torno a un gran patio. Blanco de sueño habitable y empeñado en ese viaje al pasado, y sin embargo estampado en formas lineales y modernas. Esa es la vigencia de las emociones válidas: un rato de lectura ensimismada en la biblioteca, la imaginación en las recetas de siempre en el restaurante, acaso pan con aceite de oliva en el desayuno, y hoy, como tantos otros días, hay celebración literaria entre las columnas del patio. Suena la música de Falla, con ímpetu sonoro se leen poemas de Lorca, susurro al fin de la tertulia espontánea de después. Mañana habrá paseo “con contenido” por la ciudad, y esta noche, desde la calidez de ahora mismo que envuelve la habitación hasta su alto techo, casi se palpa el resplandor nocturno de la “fortaleza roja”. Los secretos infinitos de sus patios y jardines se miran en la inmensidad del cielo oscuro.

Patio de Arrayanes. Palacio de Comares. La Alhambra,UNESCO. Ciudad de GRANADA

De mañana, la Alhambra vuelve a parecer no más que una muralla, otro castillo austero y sobrio en esta tierra de conquistas y reconquistas. De puertas adentro quedan los deleites y la hermosura, que lo de fuera sólo lo ven esos… los de fuera. Es casi quimera ese mundo que albergan en sus entrañas esas almenas: magia bien hilada de salas y retoques, exquisito sentido de la vida de cada día en fachadas, fuentes y jardines. “Oiga, que yo reservé una habitación con vistas a la Alhambra y sólo se ven unas murallas…” Frase textual dicha por más de un cliente poco informado cuando se aposentó en una de las preciosistas habitaciones del Carmen de Santa Inés, porque, claro, el buen señor pensó que lo que avistaría sería el mismísimo Patio de los Leones. En este carmen de los de verdad, palaciega mansión con huerta jardín vino al mundo el periodista Jaime Peñafiel, pues a la sazón esta era su casa familiar. Hoy es un pequeño hotel repleto de todos los encantos del Albayzín, reminiscencias moriscas y otros alardes étnicos en el patio de columnas. Vistas que embelesan desde la arcada de la suite: las torres sin guarda y las montañas indecibles de Juan Ramón.

Dentro ya del laberinto nazarí de calles y callejuelas que es el barrio, que dicen que así se llama por los que baezanos (bayzín) que, huyendo de los cristianos, aquí se refugiaron y se establecieron. Casas muy pequeñas y estrechos pasillos por calles es lo que se cuenta que encontraron las tropas de Isabel la Católica tras la conquista de la ciudad.

Patio interior del s.XVI. Casa rural Carmen del Cobertizo. GRANADA

Después se agrandarían y se harían con jardín, y se llamarían cármenes, del árabe karm (huerto, viña). Algunas calles se ampliaron un poco, otras se quedaron en su mutismo y en su escondrijo.Inadvertida pasa la calle Cobertizo de Santa Inés, inadvertida en ella asimismo la entrada del Carmen del Cobertizo. Es la gracia y el sabor inesperado de este hotel, que en realidad es casa buena donde viven los propietarios y son cuatro las habitaciones que se alquilan. Un lujo y un privilegio porque se siente que es lugar de verdad: nada de decoraciones bien calculadas de establecimiento comercial; aire puro de vida de verdad, entre muebles y detalles de todas las raleas, libros y aparejos de cotidianidad. Ronda de mundo mimado alrededor del gran patio cubierto, que es salón, que es eje de cada día. Luego, las tardes acariciadas por el sol que se cuela por entre los árboles del jardín, y el señor de la casa que sale con una botella de vino de la bodega y copas para todos.

Lo tiene difícil la luz de atardecer para colarse por entre el dédalo que es el Albayzín. Literalmente perderse, porque la orientación es imposible, pero la cosa es caminar hacia arriba, entre las macetas y buganvillas, con la incertidumbre encantada de no saber qué hay a la vuelta de cada esquina. Llegar así hasta el Mirador de San Nicolás, con la vista completa: la Alhambra, la ciudad, la Vega… Se ve también todo muy bien desde la azotea ajardinada del hotel Casa Horno del Oro, que ocupa una de esas casas moriscas del siglo XV. La claraboya invade de incandescencia el patio, bien elucubrado de ornamentos árabes, bien abigarrado, y la ensoñación se deja llevar sola. Y no habrá trasiego que la disturbe, pues son sólo cuatro las habitaciones. No está escrita aquí la vivencia literaria de Granada, pero es inevitable. ¿Acaso no tocó el piano que hay en una de las suites el maestro Falla delante de Isabelita y los dos poetas?

Antiguos baños arabes del Bañuelo. Barrio del Albaycin. Ciudad de GRANADA

Música del agua a través de los muchos aljibes nazarís que esconde el florido barrio. Eco de la sinfonía de chorros del Generalife y de la líquida caricia de los baños árabes de El Bañuelo, hamman que fuera del siglo XI, el mejor conservado en Andalucía. Otra historia de las tantas que cuenta el Albayzín, todas ellas con música también en sus nombres: murallas zirí y nazarí, puertas de Fajalauza, Monaita y de Elvira, torres de la Albahaca, Alminar de Almorabitun, casas de Yanguas y de los Mascarones… Casa Morisca, así sin más, es el nombre de otro de estos hoteles alojados en construcciones de aire árabe. Muy de Alhambra es el patio en este establecimiento, más estándar pero cuidadosamente refinado, con las habitaciones alrededor de la balaustrada de madera, inmersas en su sencillo deleite, con los detalles justos, moriscos o modernos. El cielo aquí es el recio artesonado de algunas estancias o, desde ventanas y miradores, el “palacio rojo”, que está ahí mismo y es horizonte omnipresente. Es calle ancha donde se aposenta este hotel, la Cuesta de la Victoria. La sonata de fondo siempre: Cuesta de los Muertos, Cuesta del Rey Chico, Paseo de los Tristes…

Plazuela de Carvajales. GRANADA

La vida de la Granada grande asoma con moderado vigor en la Plaza Nueva, ajetreo de restaurantes, spanish tapas, arabescos souvenirs y visitantes que lo miran todo. Más allá, el medallón de reconquista que es la catedral, constreñida su grandiosidad entre estrechas calles, y el fulgor andaluz de la plaza de Bibarrambla, a la sombra de los toldos de las terrazas de los bares. Más allá, el trazado rectilíneo de la ciudad de provincias. Todo es Granada, pero ya es hora de esconderse de nuevo en el intríngulis emocional del Albayzín, para no perder ese halo de visita literaria. Carrera del Darro hacia adentro, a montarse de nuevo en las palabras de Juan Ramón Jiménez: “Acaso no es más que un colocado sueño permanente, un episodio sostenido de la nostalgia mayor, el resultado palpitante que dejó la música oscura y plata de una guitarra total: barrio de paredes, miradores, barandas, torres de prima sobre fundamentos de bordón, por cuyas calles corre la melodía de suspiro…”.

(c) Miguel Mañueco

GUÍA PRÁCTICA DE PRECIOS Y SERVICIOS

El Ladrón de Agua

Situación: en el Albayzín (Carrera del Darro, 13). Desde Madrid a Granada se llega a través de la A-4 hasta la salida 292 y la A-44.

Habitaciones: 14 habitaciones dobles y 1 suite, con baño (hidromasaje), teléfono, TV, calefacción, aire acondicionado.

Precio para una habitación doble: desde 88 € (temporada baja) hasta 237 € (temporada alta). Desayuno: 10,5 €/persona.

Servicios e instalaciones: hall, cafetería, patio, biblioteca y restaurante (cocina granadina innovada).

Información: tel. 958 215 040 . www.ladrondeagua.com

Carmen de Santa Inés

Situación: en el Albayzín (Placeta de Porras, 7).

Habitaciones: 9 habitaciones dobles, con baño, teléfono, minibar, aire acondicionado TV y calefacción.

Precio para una habitación doble: desde 60 € (estandar) +  8% IVA + 10€ el desayuno buffet/persona.

Servicios e instalaciones: patio, jardín y comedor (sólo desayunos).

Información: tel. 958 226 380 . www.palaciosantaines.com

Carmen del Cobertizo

Situación: en el Albayzín (calle Cobertizo de Santa Inés, 6).

Habitaciones: 2 habitaciones dobles y 2 suites, con baño, calefacción, aire acondicionado.

Precio para 3 noches (2 pers.): desde 360 €, sin desayuno + 8% IVA.

Servicios e instalaciones: patio-salón-comedor, jardín, galería, sala de estar.

Información: tel. 958 227 652 . www.carmendelcobertizo.com

Casa Horno del Oro

Situación: en el Albayzín (calle Horno del Oro, 6).

Habitaciones: 2 habitaciones dobles y 2 suites, con baño, teléfono, aire acondicionado, wi-fi, TV y calefacción.

Precio para una habitación doble: a partir de 90€ con desayuno + 8% IVA.

Servicios e instalaciones: patio-sala, salón, cocina, terraza, comedor (desayunos).

Información: tel. 958 208 534 . www.casahornodeloro.com

Casa Morisca

Situación: en el Albayzín (Cuesta de la Victoria, 9).

Habitaciones: 14 habitaciones dobles, con baño, aire acondicionado, teléfono, wi-fi, minibar TV y calefacción.

Precio para una habitación doble: desde 90€  hasta 198 €, sin desayuno.

Servicios e instalaciones: 2 patios, salón y comedor (sólo desayunos).

Información: tel. 958 221 100 . www.hotelcasamorisca.com

Más fotos de la ciudad de Granada:

– Granada, Ciudad, la Alhambra y Sierra Nevada

– El Barrio del Albayzin y sus teterias.

– La festividad de las Cruces y Patios, de la ciudad de Granada